Mister Designer (Oleg Teptsov, 1987)

Mister Designer (Gospodin Oformitel) es una producción de la Unión Soviética (URSS) estrenada en 1987 y dirigida por Oleg Teptsov. El guión, a cargo de Yuriy Arabov, está vagamente basado en la novela “The Gray Automobile” del escritor por Alenxander Grin.

Emplazada en San Petersburgo en el año 1908, período conocido en el mundo del arte como la Decadencia Rusia, Mister Designer nos presenta a Platon Andreevich (Viktor Avilov), un famoso pintor, escultor, diseñador y director de obras de teatro (lo que puede llamarse un hombre del renacimiento). Platon es contratado por el dueño de una joyería para realizar un maniquí para su escaparate. Utilizando un curioso recurso de mostrar escenas en color sepia y tras una siniestra e inquietante persecución de Platon sobre una joven monja por las calles de San Petersburgo, el diseñador termina en la casa de Anna Beletskay (Anna Demyanenko), una joven con tuberculosis que vive con su familia y con la cual pronto se obsesiona y se convierte prácticamente en su musa, realizando retratos suyos y plasmando su cuerpo y rostro en el maniquí que debe crear.

Anna muere a causa de la tuberculosis y nos trasladamos a 1914, donde vemos un Platon en la ruina, drogadicto y que nadie quiere contratar. Entendemos que tras la elaboración del maniquí y de la muerte de Anna, Platon cayó en una drogadicción y una depresión, conviertiendose en un pobre diablo incapaz de volver a crear nada. De pronto aparece en escena Grilyo, un hombre adinerado (que podría ser perfectamente el hermano ruso de Udo Kier) que quiere contratar a Platon como decorador de su casa. Cuando llega a su casa, dispuesto a rechazar la oferta, conoce a su mujer Mariya, la cual es la viva imagen de la fallecida Anna. A partir de este momento Platon intentará convencer a Mariya de que la conoce y de que ella fue su musa hace unos años, mostrándole las pruebas de los retratos pintados en un libro editado en 1910.

La película torna en un viaje de Platon por conseguir a Anna y descubrir lo que realmente ocurre en el que el espectador va de la mano del protagonista en todo momento acompañandole en su pesadilla personal, recordando por momentos a «Maniac (1980)» de William Lustig (cambiando Nueva York por San Petersburgo). Es una película de atmósfera, de ambiente enrarecido que se va enturbiando más y más conforme avanza la trama. El diseño de producción es uno de los puntos fuertes de la película donde la música, la ambientación, los decorados y el vestuario te meten de lleno en la época y la decadencia que quieren mostrar.

Tiene un gran poderío visual y de generación de atmosfera que si te atrapa desde el comienzo, como fue mi caso, no te suelta hasta el momento en el que llegan las dos escenas finales. Por un lado, una escena en la que tras resolverse mas o menos todo, una voz en off recita alguno de los versos de la novela en la que se basa la película. Por otro lado, la escena siguiente en la que el director utiliza un recurso de repetición acompañado de un tema musical que es oro puro (al final de la entrada os dejo un video de la canción, compuesta por Sergey Kuryokhin, con algunas escenas de la película). En definitiva, un producto recomendado para el núcleo duro que le gusta descubrir cosas raras y joyitas ocultas (PD: no tiene nota media en Filmaffinty).

Nota: 8/10