La Morte Cammina Con I Tacchi Alti (Luciano Ercoli, 1971)

La Morte Cammina Con I Tacchi Alti (1971)

«La muerte camina con tacón alto» o «La Morte Cammina Con I Tacchi Alti» es el segundo de los tres giallos que dirigiria Luciano Ercoli en los años 1970 y 1972, época de explotación del subgénero. Junto a «Días de Angustia (1970)» y «La Muerte acaricia a media noche (1972)«, «La muerte camina con tacón alto» forma la que suele nombrarse como la trilogía gialli de Luciano Ercoli, debido a que las tres obras están protagonizadas por su esposa Nieves Navarro (bajo el pseudónimo estadounidense de Susan Scott).

Son varías caras conocidas las que nos encontramos en esta producción. Junto a Nieves Navarro tenemos otra presencia española, la de Simón Andreu, el cual participaria tambíen en los otros dos gialli que conforman la trilogía. Aparece también Frank Wolff («El Gran Silencio«), George Rigaud («Una lagartija con piel de mujer«) y Luciano Rossi («La muerte sonrie al asesino«).

«El padre de Nicole Rochard, un reconocido ladrón de diamantes, es asesinado en un tren por un hombre enmascarado. Una noche, Nicole es atacada en su apartamento por el mismo hombre, el cual le amenaza para sonsacarle el paradero de los diamantes. Nicole decide huir a Londres a vivir con el doctor Matthews (Frank Wolff), al que acaba de conocer.» (SINOPSIS)

Si os parece que os que contado mucho, y de hecho he intentado resumir al máximo, no os asustéis, esto son solo los 20 primeros minutos. Si este giallo se caracteriza por algo es porque están pasando cosas todo el rato. Como espectador tienes dos opciones: Ir parando la película e ir apuntando que ha hecho cada personaje y quién es cada uno o, como suelo hacer yo, dejarte llevar hasta la resolución de la trama y de la identidad del asesino.

La película comienza arriba con el asesinato del padre de Nicole, a lo que le sigue una larga, y habitual en el subgénero, secuencia inicial de créditos acompañada por el tema principal de la banda sonora. El soundtrack está dirigido por Stelvio Cipriani con Nora Orlandi como voz solista (otros dos conocidos). Tras varias escenas en las que vemos a Nicole actuando en los diferentes clubs de striptease en los que trabaja, acudimos a una de las escenas más potentes y destacadas de la película, así como de los giallos que he visto. En ella, el hombre enmascarado que porta una icónicas lentillas azules asalta en la noche a la protagonista en su habitación, amenazándola recorriendo su cuerpo con el filo de la navaja. Una escena realmente sórdida y tensa que mete al espectador de lleno en la trama.

Nicole, tras descubrir unas lentillas azules en casa de Michel (Simón Andreu), el chico con el que está saliendo, decide escapar con un médico que acaba de conocer en una de sus actuaciones. Haciéndose pasar por su mujer, Nicole y el doctor viajan a la casa de este último en un pueblo de Londres, donde vivirán rodeados de unos sospechosos y estrambóticos vecinos. A partir de este momento la historia mete una marcha más y no paran de ocurrir cosas e ir y venir personajes sospechosos y curiosos hasta la resolución final de la trama.

Destacar otra de las escenas, en este caso un asesinato que sirve como complemento y extensión de la escena ya comentada anteriormente. En esta ocasión, se culmina la escena sórdida con un sangriento y crudo asesinato mediante violentos cortes con la navaja sobre el cuerpo de la víctima. Su crudeza y ejecución recuerda al asesinato visto en «El pajaro de las plumas de cristal» de Argento. Y esta conexión no la hago en vano ya que, como casi todos los giallos que surgen en esta época, la historia de «La muerte camina con tacón alto» tiene muchos elementos que explotan la ópera prima de Darío. Una persecución por la calle con engaño final al espectador, varios momentos de humor a lo largo de la trama, sobre todo entre el investigador y su ayudante, e incluso la aparición meramente anecdótica de un personaje gay.

La historia y el guión están escritos por Ernesto Gastaldi, Mahnahén Velasco y Dino Verde. De este trío de guionistas quiero destacar la figura de Ernesto Gastaldi, el más prolífico de ellos. Sus trabajos engloban varios géneros y subgéneros desde el gótico italiano hasta el giallo, pasando por el pèplum y el spaghetti western, por nombrar algunos. En este mismo año participa en el guión de varios gialli como «Las lágrimas de Jennifer» y «La corta noche de las muñecas de cristal» o «La perversa Señora Wardh» y «La Cola del Escorpión«, ambos dirigidos por Sergio Martino, con el cual trabajaría en varias ocasiones más.

En definitiva, un giallo con algunos problemas de ritmo en su primera mitad pero que a partir de ahí no paran de pasar cosas, quizás demasiadas. Tanto la historia como el guión pueden pecar de caóticos y de simplemente introducir elementos que buscan desorientar al espectador y confundirlo hasta la resolución final de la trama. Pero lo que no se puede achacar es que tengas tiempo para aburrirte. Un guión que busca explotar el exito del momento, dirigido con solvencia por Luciano Ercoli y que creo que cualquier amante del subgénero sabrá disfrutar.

Nota: ★★★

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