Sette Scialli di Seta Gialla (Sergio Pastore, 1972)

Sette scialli di seta gialla (1972) Foto entrada

Como bien sabéis si sois aficionados al giallo y/o habéis leído mi entrada sobre el mismo (Introducción al Giallo: El Giallo y el Thriller a la italiana), es entre 1971 y 1973 cuando el subgénero vive su máximo esplendor, apareciendo multitud de productos de explotación que buscaban aprovechar el tirón, con mayor o menor éxito. Estoy seguro que es en estas condiciones cuando surge «Sette Scialli di Seta Gialla», estrenada en 1972 y dirigida por Sergio Pastore.

«Un pianista ciego escucha una conversación sospechosa. Al día siguiente, su novia Paola es asesinada en el estudio en el que trabaja como modelo, lo que lo lleva a investigar. Pronto descubriremos que Paola tenía una relación con Victor, el marido de la dueña del estudio de moda, así como la existencia de unas fotos de ellos dos en la cama con las que buscaba chantajear.» (SINOPSIS)

Con esta pequeña sinopsis, podemos observar que es un giallo casi hecho con plantilla, una especie de mezcla de los mejores giallos hechos hasta la fecha: Un protagonista ciego que comienza a investigar, del mismo modo que ocurría en “Il gatto a nove code (1971)”; una trama de chantaje, vista en múltiples thrillers a la italiana; y la presencia del mundo de la moda (“Sei Donne per l’assassino (1964)”), siendo objeto de las muertes modelos con un chal amarillo.

En el reparto encontramos a varios conocidos del cinema bis italiano: Anthony Steffen, el cual ha protagonizado varios spaghetti western («Django il bastardo», 1969), interpreta el papel protagonista; Giacomo Rossi-Stuart («Operazione paura (1966)») es Victor y Umberto Raho («L’uccello dalle piume di cristallo (1970)»), es el acompañante y chofer del protagonista ciego.

La historia se desarrolla de manera fluida y no aburre en ningún momento. Las escenas de asesinatos son poco explícitas para lo que estamos acostumbrados, con la excepción de la última muerte, la cual resalta sobre las demás y es una de las más reseñables que he visto dentro del subgénero: POV del asesino, guantes de cuero y navaja de afeitar y una bella señorina en la ducha, no digo más.

En definitiva, un giallo de libro más que disfrutable y recomendable para cualquier amante del subgénero. Como curiosidad, en un momento de la película aparece un famoso giallo al que el pianista tiene que componer su banda sonora que seguro que reconocéis.

Nota: 7/10